"La luz de tu luna se apagó, no te supiste bancar este tango y la dama de negro te quiso amparar" sonaba en su Ipod mientras ella caminaba por la calle, pensando en lo que había vivido ese día, en lo que podría haber gastado su tiempo en vez de ir al colegio.
Imaginaba que se tomaba un bondi que la dejaba por Lujan o por ahí, quien sabe donde. Y con su cámara de fotos se dedicaba a sacarle fotos a todo eso que le parecía interesante, a esos rasgos extraños que hay en la gente de pueblo y los habitantes de la ciudad no logran comprender. Rostros de niños felices jugando a la pelota en una calle de tierra, la mama con el "chango" con las compras del super.
Otra situación que imagino, fue que iba al río, para tirarse en el pasto y mirar las nubes, mientras la tarde le hacia compania, para luego dejar paso al atardecer y dormir por la noche, acompañada de la tranquilidad y paz del río, con el arrullo de sus pequeñas y diminutas olas.
Cuando la caminata llegó a su fin, cayó en lo triste de su realidad, no había sacado ninguna foto, ni se había dormido con el sonido de las olas del río. Simplemente el día había pasado a su vera, sin saludarla, sin decirle ni siquiera hola. Y ella, sintió que la vida, ese día no la tenia que vivir ella. Sino algún chico o chica con sus mismas preocupaciones, que podía vivir a la vuelta de su casa como al otro lado del mundo.
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