Largas calles de algodón.
Fines del mundo que jamás terminaban.
Y yo en una esquina.
Haciendo nada de la vida.
Miraba la gente pasar, los bichos volar
y quien sabe que mas pasaba por mi cabeza.
Vi monstruos, y mariposas.Rayos y luciérnagas.
Vos me gritabas que corra, desesperado
mientras los rayos iluminaban el cielo,
y los monstruos dentro tuyo salían a la luz.
Corrí, como me habías dicho, pero ya era tarde.
Ya era un monstruo también
nadie podía hacer nada o algo, para cambiar ese echo.
1 comentario:
Me gusto muchisimo
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