jueves, 23 de junio de 2011

Esas charlas donde nadie era protagonista, donde el aire existía de colores y vos me mirabas. Con esos ojos transparentes de pupila azul, y serpientes en los brazos.
Tan solo nubes y remolinos. Y nadie reía ni tampoco nadie lloraba. Nadie era así complicada, como vos, como yo y como todos los demás. Un nudo de emociones, sensaciones y cosas por sentir, por vivir. Tan poca experiencia ganada, tan poca vida recorrida. Nadie, una pequeña niña, una abuela leyendo cuentos, da lo mismo. Es alguien, es una mariposa para la eternidad. Como vos, como yo. Y por mas de ser vos, mariposa, quiero que seamos eternidad.

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