Hay que dejarse ser, dijeron.
Yo me dejo ser, respondí.

Las voces, eran humos en mi cabeza, no tenían dirección. Era como una llamada telefónica, de una sola persona, una que habla, una que escucha, pero son la misma.. Me decían que era arte, que fuese sentir, que me liberara y me dejara ser. Y me doy cuenta, que me ato, me encierro, me tapo. Escondo y guardo, mil cosas que podría liberar, pero tengo miedo. La voz tenia razón.

No te queres dejar ser, tenes miedo o inseguridades y por eso no te dejas ser. Vos sos arte, sos libertad.

Y las palabras giran y dan vueltas, se marean cada vez mas, en el poco espacio físico que hay dentro de una cabeza, para ser específicos, la mía. Buscan conexiones, formas de liberarse, meditan las posibilidades, y se van al fondo, del mate, del termo, de la caja. Y no hay mas palabras, están todas guardadas, escondidas, porque existe el miedo y las inseguridades.