Te extraño de maneras que no se explicar. Necesito hablarte pero quiero que me hables vos. Dios, me importas demasiado. Sos tanto, sos todo.
Sos tanto de lo que siempre busque.

Pura y simple tristeza.
Fin, comenzó el masoquismo.

Por mas de que te espere, no vas a volver.
¿No?

Cuan dependiente me pude llegar a hacer de vos

Demasiada tristeza como para sentir algo mas.

Comenzemos o mejor dicho un 15 de Abril

Por la primera letra o tal vez la ultima. Esa que cuelga en el bar de la esquina, con los focos quemados. La vereda, de baldosas levantadas, por raices de arboles que no dejan de crecer hacia arriba y sus troncos tan solidos, como la mesa y la silla. Donde se encuentra tu taza de café. Con sus tantas cucharitas de azucar, de dulce sabor. Como me enteraria mas tarde, después de ese cafe, en la esquina de una calle por ahi. Donde imagine que el arbol crecia, así como el cariño dentro nuestro. A cada mimo uno mas, a cada mirada un poco de ternura.
Entre tantos cafés, azucares y besos. Me perdi en el placer. El placer de leer tus gestos, como si fueran hoja de papel, esa felicidad absoluta de tocarte la piel y sentir que todo esta bien. Una necesidad urgente de hablar de todo, de nada, de esa bicicleta rota, que vimos tirada en la vereda, aquella vez mientras viajabamos en tren.
Metamos a nuestas locuras en una lata, y entremos en ella. Enloquezcamos juntos.
Hagamos de nosotros un algo divertido, unas risas llenas de alegria. Unos llantos, tentados de colores.
Seamos un tiempo incontable, seamos besos de madrugada. Y placer de tarde.

Hace un largo tiempo, que letras no me dejaban sin aliento, que no me aceleraban tanto el corazon.



Es una locura, canciones que eran tan de él, ahora, las relaciono tanto con vos.


Cuando  el mundo cambio tanto?

Quiero poder.

Quiero dejar de llenarte de palabras. Para llenarte de alegria, de disfrute, de placer, de entendimiento, de felicidad, de risas, de besos, de momentos, de recuerdos, de compañerismo, de respeto. Simplemente quiero poder ser algo que te sea eterno, no por lo que dure, sino por su huella.